1. Las Personas Felices No Se Quejan
Ni aunque sea un comentario del mal clima, o un comentario acerca de un compañero de trabajo que es fastidioso. El quejarse siempre lleva a estar en descontento, porque tus sentimientos siempre siguen lo que dicen tus palabras. En lugar de hablar cosas negativas, yo decidí dárselas a Dios y hablar con Él de las cosas que más me preocupan. Y me he dado cuenta que aunque mis oraciones no siempre cambien mi situación, siempre cambian mi corazón, y me hacen recordar las cosas que sí importan. Debemos aprender a contar nuestras bendiciones cada día de nuestra vida.