- Elisabet: LA Madre Que Creyó En Milagros
Elisabet estuvo casada con un sacerdote llamado Zacarías en el libro de Lucas 1 dice que ambos, Elisabet y Zacarías eran justos delante de Dios y observaban todos sus mandatos. Elisabet permaneció sin dar a luz, y ya eran ambos de edad muy avanzada; de manera similar a los días de Job, la gente pensaba que las mujeres que no podían dar a luz era a causa de algún pecado. Este tipo de crítica y de creencia era muy difícil de sobrellevar, especialmente para una dama esposa de un sacerdote.
Cuando Zacarías estaba en el templo del Señor, se le acercó el Ángel Gabriel diciendo:
“No tengas miedo, Zacarías! Dios ha oído tu oración. Tu esposa, Elisabet, te dará un hijo, y lo llamarás Juan. Tendrás gran gozo y alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento” (Lucas 1:13-14).
Zacarías tuvo sus dudas y cuestionó cómo sería posible lo que Dios le había dicho por lo que fue castigado sin poder hablar durante el embarazo de Elisabet, quien por cierto estaba regocijada de alegría por la bendición que Dios le concedió diciendo: “¡Qué bondadoso es el Señor! —exclamó ella—. Me ha quitado la vergüenza de no tener hijos” (Lucas 1:25).
Cuando María, la madre de Jesús, vino a visitar a su prima Elisabet, ella yacía reposando con el niño aún en su vientre llena del Espíritu Santo. María se llenó de gozo y alegría al ver su prima. Cuando llegó la hora de dar a luz, Elisabet puso a su hijo por nombre, Juan. Cuando los vecinos fueron con Zacarías para confirmar el nombre del bebé, él escribió Juan en un papel y en ese momento sus labios fueron abiertos y su voz regresó a él. Todos se quedaron perplejos y se preguntaban que llegaría a ser de este bebé cuando fuera hombre ya que su nacimiento fue milagroso.
Juan sería la persona que bautizaría a mucha gente en agua preparando así el camino para el Mesías.