3) Evalúa Los Valores De Tu Familia
Examina tu propia forma de hablar. Pon atención a lo que llama tu interés. ¿Te enfocas en las apariencias, la popularidad, el prestigio o la posición de las personas? Si ese es el caso, ¿crees que esto es lo que quieres inculcarle a tus hijos?
Por ejemplo, si valoras sabiduría más que el conocimiento, entonces hablas con tus hijos sobre cómo tomar decisiones inteligentes como estudiar y prepararse bien antes de un examen.
Considera fomentar caracteristicas deseables más que alentar logros o apariencias. Algo tan sencillo como decirle a tus hijos: “Que atento eres, vi como abriste la puerta para aquella persona que cargaba a su bebé.” Ahora, no hay nada malo en complementar la apariencia de tus hijos como decirles “¡Qué bien te ves!” pero intenta ser moderado para dar igual aprecio al carácter de tu s hijos así como a su apariencia.
Escribe una lista de cualidades que quisieras describan a tus hijos, y compáralas con el tipo de conversaciones que tienes con ellos, con tus amigos, con tu cónyuge, asegurate de que las conversaciones y las cualidades que quieres tengan tus hijos sean similares. Siembra lo que quieres cosechar.