- Corazones perversos son expertos en engañar a otros con sus palabras halagantes y su habla persuasiva.
Pero si ves el fruto de sus vidas o los resultados de sus palabras, encontrarás que no hay ninguna evidencia verdadera de un crecimiento espiritual o siquiera de un cambio. Todo es solamente una pantalla de humo. (Salmo 50:19; 52:2-3; 57:4; 59:7; 101:7; Proverbios 12:5; 26:23-26; 26:28; Job 20:12; Jeremías 12:6; Mateo 26:59; Hechos 6:11-13; Romanos 16:17-18; 2 Corintios 11:13-14; 2 Timoteo 3:2-5 ; 3:13; Tito 1:10-16).