- Orgullo
Aquí yace la raíz de todo conflicto, inseguridades y pecado. Así que en lugar de pensar en ti misma utiliza tu tiempo y energía pensando en ustedes dandole gracia y amor a tu cónyuge. “Por la soberbia sólo viene la contienda, mas con los que reciben consejos está la sabiduría” (Proverbios 13:10).
- Decepción
Cuando lleguen momentos difíciles puede que sientas que tu cónyuge no está haciendo lo suficiente o lo necesario para hacerte feliz. ¿En donde estas poniendo tus esperanzas? Si no es en Dios seguirás batallando con la decepción. Empieza a dar gracias a Dios por todo lo que provee en tu vida y tu decepción de desvanecerá. “¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez por la salvación de su presencia” (Salmo 42:5).