7. Tratar de ser popular o “cool”
De la misma manera que mis hijos me acusan de intentar muy duro de ser divertida creo que muchas iglesias intentan muy duro ser “cool” o populares. Ya no contentas con ofrecer café y donas, muchas iglesias parecen servir un desayuno continental en un espacio que parece que estás en un restaurante muy contemporáneo. Muchas iglesias inclusive se van a extremos tratando de poner nombres que llamen la atención a estos lugares dentro de sus instalaciones como el “café de alma” o “el santo café” para que la gente vaya ahí.
Muchas otras iglesias incorporan tecnología de mas en sus servicios, mucho mas de lo necesario. Muchas veces se le pide a los congregantes que se tomen una foto y la pongan en sus cuentas de redes sociales, o que descarguen las aplicaciones móviles con los mensajes de la iglesia. También desde luego están los músicos que se creen artistas o estrellas de rock, el lenguaje atípico o cool para los jóvenes etc. Todo esto son cosas que pueden dejar un mal sabor de boca mientras intentan precisamente hacer una buena impresión.