6. Tratar a la iglesia como una marca
Las palabras “iglesia” y “marca” no van muy de la mano; usar las dos como sinónimos confunde e inquieta a la gente. Todo el tiempo durante la semana, muchos de nosotros somos bombardeados con anuncios, mercadotecnia, publicidad de marcas que no necesitan repetir tales experiencias externas a la iglesia dentro de la iglesia.
Pero debido a que vivimos en una era de medios, la publicidad de las marcas está aquí para quedarse. La marca de una iglesia va más allá de un simple logo. Es la constante expresión de una iglesia en particular que incluye esquemas, gráficos, acrónimos etc. La única marca que las iglesias deberían de tratar de transmitir y publicar a las personas es la del amor de Jesús. No perdamos de vista que el mensaje de las buenas nuevas es en sí la mejor marca y el mejor producto.