- El amor es personal
Cuando trabaja como empacadora de comida en un supermercado, la cajera que estaba a lado mío recibió un ramo de flores. “¿No son hermosas?” Me preguntó. “Claro que sí”, respondí yo. Pero en secreto me dije a mi misma que yo prefería los lirios del valle. Diez minutos más tarde una mujer se me acercó a mí y en sus manos llevaba precisamente mi flor preferida. “Toma son para tí”, me dijo con una sonrisa. Emocionada después de darle las gracias puse las flores en mi delantal por el resto del día. Nunca se me ha olvidado el día en que Dios me dió flores.
De varia maneras y en varias formas Dios nos muestra su grande amor de maneras especiales. A lo mejor es el trabajo que queríamos, o la sanidad de un ser querido y a veces puede que sea un ramo de lirios del valle.