En su libro Worship Matters (p. 76) Bob Kauflin captura esta idea bastante bien:
“A través de los años he tratado de desarrollar un “radar del evangelio” que sea sensible a cualquier mención de la obra del Salvador en los versículos, canciones, mensajes, y reuniones. De lo contrario, puede que se me pase. Por ejemplo, sé que el tercer verso del conocido himno “Estoy bien” habla de que mi pecado fue clavado en la cruz y ya no lo cargo más. Por su parte, “Sublime gracia” describe que he sido salvado, encontrado y que ahora puedo ver, pero nunca articula cómo eso fue logrado por el sacrificio propiciatorio de Cristo. Eso no lo convierte en un mal himno. Pero sí significa que (al elegir canciones para un tiempo de adoración) voy a acompañarlo con otra canción que trate la cruz de manera más específica. Creo que eso también explica por qué “Sublime gracia” es tan popular, aun con los inconversos.“
Más que monoteísmo
Esta es la idea que quiero comunicar: si un judío o un musulmán devoto puede salir del servicio de tu iglesia diciendo “mira, estuvo bien”, entonces no fue un servicio cristiano. Tal vez piensas que eso nunca va a pasar. Ciertamente hay separaciones socio-religiosas entre los cristianos y los de las otras religiones monoteístas, separaciones muy marcadas en la mayoría de nuestros países. Pero fíjate:
- Si al predicar un sermón, tu conclusión es “Dios es un Dios santo, justo y amoroso”, tanto el Corán como la Torah, y el musulmán y el judío, te dirán “¡Así es!”.
- Si lo que dice tu canción es “El amanecer de hoy me habla de tu grandeza, me da 10,000 razones para alabarte”, el musulmán te citará el Corán (cp. Surat Al-Kahf 18:109] para apoyar tu idea, y el judío te aplaudirá.
- Si en un caso de problemas entre hermanos, tu consejería revuelve en base a que “los hermanos deben amarse, porque si no ¿cómo podrán vivir juntos? Y le están haciendo la vida imposible a su madre que se esfuerza tanto en su trabajo por alimentarlos”, no has dicho mucho más que lo que te diría un fariseo.