“Sí, creo que el sermón estuvo bien. O sea, no hubo ninguna herejía. Pero, ¿no notaste que ese mismo sermón se puede predicar aunque Cristo no hubiera venido?”. Hace varios años tuve esa conversación con mi esposa por primera vez, y creo que el Señor estaba despertando algo en mí.
Verás, como hemos hablado antes ya en muchas ocasiones, Cristo es el personaje principal de toda la Escritura, y el evangelio está en el centro mismo de la Palabra de Dios. Creo que fue en aquella conversación con mi esposa que esta verdad se afianzó en mí, porque en los próximos meses fui desarrollando un sentido de encontrar más a Cristo en las Escrituras, en mi tiempo de lectura, y también al aconsejar a los demás. Además, empecé a prestar cada vez más atención al lugar de Cristo y el evangelio en los sermones y las canciones que escuchaba. ¿Cómo permite el evangelio que eso que dice el pasaje sea cierto? ¿Cómo afecta la persona de Jesús la aplicación de ese sermón? ¿Qué dice esa canción del Cristo crucificado?