9) Creo en el cielo porque es un gran incentivo para vivir una vida responsable y compasiva en todo momento.
Escépticos saldrán a relucir diciendo que para algunos creyentes que van hacia el cielo, este mundo no importa y que mejorar la vida en la tierra por lo tanto es una tarea destinada al fracaso. Pero quienes piensan así están equivocados, su pensamiento no es bíblico y sus enseñanza son engañosas. Tenemos grandes responsabilidades aquí en la tierra que van mucho más allá de intentar que la gente haga sus oraciones y se arrepientan de sus pecados para que puedan llegar al cielo. Fuimos comisionados para hacer discípulos.
“Los cielos son los cielos del Señor” dice el Salmo 115:16, “pero la tierra la ha dado a los hijos del hombre”. Somos mayordomos de este planeta por lo que tenemos que responder a Dios. Inclusive podemos decir que que aquellos trabajan para mejorar el planeta hacen en una manera el trabajo de Dios aquí en la tierra.