4) Tiene que haber un cielo como premio para aquellos que son perseguidos por predicar el evangelio.
Para todos aquellos que seremos “cargados hacia los cielos en camas de flores” ,como elocuentemente lo puso Isaac Watts, tenemos muy poca idea del precio verdadero que muchos otros han pagado por su lealtad al Señor Jesucristo a través de los siglos. Muchos viven bajo regímenes opresivos aun hoy dia y son castigados por congregarse en la sala de una persona o por alabar o por regalarle una Biblia a un amigo. Por todos ellos, yo pienso que sí puedo decir que Dios los va a recompensar, sin querer ser presuntuoso y sin blasfemar. Hebreo 6:10 dice, “Porque Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos”
Recordemos también lo que dice 2 Corintios 4:17, “Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación.