1) Jesús Creía en el Cielo
De hecho él se proclamaba como nativo del cielo.
El Señor le dijo a Nicodemo, “Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo” (Juan 3:13), y nadie conoce mejor un lugar que los nativos del mismo.
Jesús le dijo al ladrón que moría, “En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43). Así que no importa a donde vayamos después de la muerte, [si estamos con Jesús] iremos a parar a un paraíso.
Es verdad que Jesús nos dejó con muchas preguntas sin responder acerca del tema del cielo, pero lo que sí nos dijo debe de ser suficiente para alegrarnos. Por ejemplo, cuando Él regrese los muertos en Cristo lo acompañarán, (1 Tesalonicenses 4:14). Parece ser que nuestro eventual destino es algún lado diferente al inicialmente llamado paraíso.Pero no hay de qué preocuparnos, después de todo, podemos confiar en aquel que murió por nosotros.