CLASE DE HERMENÉUTICA
Vemos algo similar en Lucas 24. Luego de la muerte de Jesús, los discípulos estaban asustados y amedrentados. Pero el mismo Señor resucitado se encuentra con dos discípulos que van camino a Emaús y, como buen maestro, decide darle allí mismo una clase de interpretación bíblica. Lucas 24:27 nos dice de qué trataba la enseñanza: “Comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les explicó lo referente a El en todas las Escrituras”. Un poco después el culmina la lección de esta manera “Esto es lo que Yo les decía cuando todavía estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre Mí está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos. Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras” (Luc. 24:44-45).
Aquellos discípulos estaban sufriendo de una ceguera similar a los fariseos y saduceos. Ellos conocían la Biblia, conocían el Antiguo Testamento. Ellos habían visto el botín. Pero para poder entrar verdaderamente en él necesitaban la llave, y Jesús es esa llave hermenéutica que nos ayuda a desatar todos y cada uno de los pasajes bíblicos de la Escritura. Después de todo, si “hay un solo Dios, y también un solo Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre” (1 Tim. 2:5), todo conocimiento real que tengamos acerca de Dios debe ser a través de la persona de Jesús. Él es el único mediador de salvación, sí, y también de revelación.