8) Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: DEVORADA HA SIDO LA MUERTE en victoria. ¿DÓNDE ESTÁ, OH MUERTE, TU VICTORIA? ¿DÓNDE, OH SEPULCRO, TU AGUIJON? (1 Corintios 15:54-55).
Estas son las palabras triunfantes con las que el apóstol Pablo termina el vigésimo quinto capítulo del libro de los Corintios después de una aferrada defensa de la resurrección de Cristo. Es el grito de guerra de todo creyente. Igual que el joven pastor, derrotó al gigante Goliat, este es nuestra manera de decirle a la muerte: “toma esto enemigo. Nuestro defensor te ha derrotado, te ha hecho polvo, ha cortado tu cabeza, podrás habernos herido, pero hemos prevalecido y hemos ganado la victoria.”