7) “Estimada a los ojos del Señor es la muerte de Sus santos” (Salmo 116:15).
Descubrí este poderoso versículo cuando me sumergí en el libro de los Salmos el día posterior al fallecimiento de mi cuñada. Ahora escribo este versículo cada que necesito dar palabras de aliento y confort en cartas pues se que a través de estas Dios dice: “La muerte de tus seres queridos es de inmenso valor para mi. Yo veo todos los detalles. Estoy presente en cada agonizante momento, tus seres queridos no son solamente otra alma más que entra a la eternidad; su entrada es especial porque llegan a casa a estar conmigo.”