4) “En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros” (Juan 14:2).
Mucho creen que la muerte es el final de la vida, pero los cristianos sabemos que es solo la puerta hacia la vida eterna. Cuando Cristo murió en la cruz y resucitó, lo hizo para preparar un camino para nosotros. Me da mucha paz saber que mis seres queridos que son creyentes en Jesús están ahora mismo junto con Él en un hermoso lugar llamado cielo. En lugar de llorar y decir que ya no los volveré a ver, espero con ansias poder pasar la eternidad con ellos en presencia de Jesús.