3) Escribe Uno De Los Libros De La Biblia En Tu Propia Letra
¿No estás interesado en las formas artísticas y sofisticadas de hacer un diario bíblico? No hay problema. En lugar puedes solamente escribir cartas. Escoge un libro que te guste de la Biblia, uno que hayas encontrado significativo o uno que quieras explorar con más detalle y consigue también una libreta en blanco. Prosigue a copiar letra por letra las palabras del libro que escogiste a tu libreta.
La idea proviene de Deuteronomio 17:18-19 “Y sucederá que cuando él se siente sobre el trono de su reino, escribirá para sí una copia de esta ley en un libro, en presencia de los sacerdotes levitas. La tendrá consigo y la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer al SEÑOR tu Dios, observando cuidadosamente todas las palabras de esta ley y estos estatutos”
Igual que este mandamiento, el propósito no es tener un libro de la Biblia escrito con tu propia letra, sino que el hecho de copiar las palabras te ayuda a enfocarte en lo que escribes y a contemplar su significado. Te ayuda a no saltarte versículos y a poner atención a todo.
¿Te parece una tarea dura? Entonces empieza con uno de los libros más cortos como el libro de Santiago o Tito o en algún Salmo. Si te sientes con ganas de escribir mucho entonces que tal los libros de Juan, Proverbios o Romanos. Toma tu tiempo.