3) Lee la Biblia en su contexto. Al leer, pregúntate: ¿estás en el Nuevo o en el Antiguo Testamento? ¿Estás leyendo poesía o narrativa? ¿En qué momento de la narrativa estás? ¿En qué momento de la historia estás? Si en el Nuevo, ¿estás en una carta o en un evangelio? Con esto quiero decirte que hagas el esfuerzo por conocer dónde estás leyendo actualmente.