La Biblia es la Palabra de Dios. En vez de nosotros tener que subir hasta donde Dios para ver qué piensa Él, o tratar de interpretar la naturaleza, o tirar dados, los cristianos tenemos la revelación misma de Dios en las páginas de un Libro. Eso lo convierte en el Libro más maravilloso de todos los tiempos, un libro que nos presenta la noticia más hermosa de todos los tiempos: el nacimiento, vida, muerte y resurrección de Cristo Jesús, el hijo de Dios, nuestro Salvador.
Sin embargo, la Biblia se terminó de escribir hace casi 2000 años, y algunas partes de ella datan de hace más de 3500 años. Eso implica que nos fue dada en una cultura muy diferente a la nuestra. Piénsalo de esta forma: hace 10 años todavía no existía el iPhone, ni SMS, ni Facebook, ni Snapchat. ¡Hace 20 años no existía google!
A eso le agregamos que la Biblia fue escrita en un idioma muy diferente al nuestro, y que tiene dentro de sí diversos géneros y figuras del lenguaje que no son fáciles de entender de plano. Y no olvidemos: si es la revelación del Dios infinito, eso implica que tiene cosas que una mente finita como la nuestra no podría entender.