Por medio de la siguiente estrofa que dice: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” Jesús demuestra que no solo debemos de pedir favores sino someternos y rendirnos a la buena y perfecta voluntad de Dios quien reina en los cielos y en la tierra. Jesús pide con sinceridad que el reino de Dios venga a la tierra y por ende a cada uno de nuestros corazones para poder ser partes del único e incomparable reino que jamás tendrá fin.