- La pechera de San Patricio, una oración de protección
Los monjes celtas solían empezar su día recitando las letras del siguiente himno:
Cristo se conmigo, Cristo dentro de mi,
Cristo detrás mío, Cristo antes de mi,
Cristo a lado mío, Cristo por mi victoria,
Cristo me restaura y me conforta,
Cristo debajo mío, Cristo por encima de mi,
Cristo en la paz, Cristo en el peligro,
Cristo en el corazón de todos los que me aman,
Cristo en la boca de amigos y extraños.
Uno a mi vida el Nombre,
El fuerte Nombre de la trinidad,
Invocando el mismo.
Tres en uno y uno en tres personas,
Del cual todo lo habido fue creado,
Padre Eterno, Espíritu y el Verbo,
Alabanza al Dios de mi salvación,
La salvación es de Cristo el Señor.