5. Toque a la puerta con persistencia, y se le abrirá.
“…al que llama, se le abrirá (Mateo 7:7-8).”
Frecuentemente, tocamos a la puerta una sola vez, y si Dios no nos contesta, nos damos por vencidos de una sola vez. Pero Dios quiere que toquemos y llamemos hasta que Él dé la respuesta.
Jesús contó la parábola de la viuda y el juez malo para enseñar que debemos orar en todo tiempo y no desfallecer. Esta viuda venía ante el juez constantemente pidiéndole que le hiciera justicia de su adversario. Por algún tiempo, el juez no escuchó, pero al fin le hizo justicia con tal de que la viuda no lo molestara más.
Jesucristo dijo que consideráramos si Dios no hará mucho más que esto. ¡Por supuesto que Dios nos va a bendecir mucho más que un juez injusto! Dios les hará justicia a sus escogidos que claman a Él día y noche y no se tardará en responderles. Pero Dios quiere perseverancia y hallar fe en la tierra! (Lucas 18:7-8)
No se canse ni se desanime cuando Dios tarda en abrir la puerta. Siga orando. Pídale a otros que se unan en oración con usted. Dios valora la fe y la perseverancia. ¡Él quiere que le pidamos sin desmayar y hasta que Él dé la respuesta!
Yo lo hice, y Dios en su misericordia contestó mis oraciones.