4. Busque la solución con mucho deseo y discernimiento, y la hallará.
“Busca, y hallaréis…el que busca, halla (Mateo 7:7-8).”
Una persona busca algo porque todavía no lo encuentra o porque se le perdió quiere mucho encontrarlo. A veces nuestros deseos son muy tenues y por eso oramos oraciones pequeñas, como: “Dios, ahí te pido, si es tu voluntad, haz lo que Tú quieras.” Una oración como esta no es nada específica y no demuestra un gran deseo.
Dios quiere que sepamos lo que queremos y que lo deseemos ardientemente, como lo vimos antes con Bartimeo, el mendigo ciego. Él sabía lo que quería y saltó a la acción inmediatamente a pesar de sus limitaciones de no poder ver.
“…cuando oyó que era Jesús el Nazareno, comenzó a gritar y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí (Marcos 10:47-48). Y cuando por fin Jesús lo llamó, el ciego supo qué pedir porque él sabía exactamente lo que quería.
Si usted todavía no sabe exactamente hacia donde va en la vida o cómo orar por una situación específica, entonces pídale a Dios que le muestre los deseos que Él puso en su corazón desde que nació, sus talentos y para qué propósito fue creado. Pídale a Dios sabiduría y Él la dará.
¡Dios quiere que busquemos la solución con fuerzas y total dependencia, pues Él desea darle la respuesta!