Pregunta: “¿Qué significa tener una conciencia cauterizada?”
Respuesta: La conciencia cauterizada es mencionada en 1 Timoteo 4:2, donde el Apóstol Pablo habla acerca de aquellos cuya conciencia ha sido “cauterizada” o dejada insensible en la misma forma que una piel de animal marcada con un hierro llega a ser insensible a más dolor. Para los seres humanos, tener una conciencia cauterizada es el resultado de pecar continua e impenitentemente. Finalmente, el pecado enturbia el sentido moral del bien o del mal, y el pecador impenitente se hace insensible a las advertencias de la conciencia, que Dios ha puesto en cada uno de nosotros para que nos guíen (Romanos 2:15).
En el momento de la salvación, somos limpiados del pecado heredado de Adán y todos los pecados personales. Pero al seguir en nuestro camino como cristianos, seguimos siendo proclives al pecado. Cuando pecamos, Dios nos ha dotado de un método de “limpieza” para restaurarnos al punto de la salvación. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9). Cuando nos dejamos practicar pecados de actitud mental, estamos apagando al Espíritu Santo. Se nos manda a no apagar al Espíritu Santo, Quien nos habita (1 Tesalonicenses 5:19). Cuando seguimos en nuestros pecados de actitud mental sin confesarlos, y comenzamos a practicar estos pecados en nuestros cuerpos (Santiago 1:15), entristecemos al Espíritu Santo, algo que no debemos hacer (Efesios 4:30). Una vez más, tenemos la opción de confesar y arrepentirnos, o continuar en el pecado y retroceder espiritualmente. Cuando seguimos con el pecado, nuestras almas empiezan a ser moralmente insensibles. Por fin llegamos a un punto donde nuestra conciencia está cauterizada y no es capaz de ayudarnos a discernir entre el bien y el mal. Es como si un hierro caliente se aplicó a nuestra conciencia, y lo destruyó. Y lo que es peor, podemos llegar al lugar donde no nos importa cuán pecaminosos somos. Esto es lo que se quiere decir en 1 Timoteo 4:2, donde Pablo se refiere a los falsos maestros, llamándolos “embusteros hipócritas, que tienen la conciencia encallecida.” (NVI) Se puede ver esto fácilmente con el mal puro. Un asesino en serie, por ejemplo, ha tenido su conciencia cauterizada, y ya no funciona ni le guía en lo que es correcto e incorrecto.
Los cristianos que siguen pecando a pesar de la disciplina divina pueden de hecho pecar ellos mismos de esta vida y a la presencia de Dios. Dios puede llevar un creyente pecaminoso al cielo a fin de impedirlo hacer más daño a sí mismo y a su testimonio para el santo nombre del Señor. “Si alguno ve a su hermano cometer un pecado que no lleva a la muerte, ore por él y Dios le dará vida. Me refiero a quien comete un pecado que no lleva a la muerte. Hay un pecado que sí lleva a la muerte, y en ese caso no digo que se ore por él. Toda maldad es pecado, pero hay pecado que no lleva a la muerte.” (1 Juan 5:16,17). Estos pecados no nos hacen perder nuestra salvación, pero sin duda alguna afectan nuestra relación con Dios y con los demás. Somos sabios si nunca nos deterioramos hasta el punto de tener la conciencia cauterizada.
Usado con permiso de GotQuestions.org