- Dar gracias a Dios por las oportunidades de dar testimonio este año
Intenta tomar unos momentos para detenerte a reflexionar en todas las oportunidades que has tenido para compartir el Evangelio este año. Piensa en todas las puertas que Dios ha abierto para que puedas demostrar y dar a conocer el misterio de Cristo (Colosenses 4:3). Las personas de tus aulas de clase o tu trabajo que te han hecho preguntas sobre tu fe, un amigo a quien le has podido dar una Biblia, algún desconocido a quien tú le hayas compartido el Evangelio… que grande gracia la que nos permite ser y dar testigo del Dios viviente, aun a pesar de nuestras debilidades, el poder del Evangelio es transformador.
Da gracias a Dios por todas esas ocasiones en las que pudiste ser un buen representante de su Reino y Amor sin fin.