¿CÓMO VIVIR COMO CRISTIANOS EN EL MUNDO?
En el poco tiempo que tengo en el ministerio, he sido confrontado por una lamentable realidad: la mayoría de los cristianos no saben cómo vivir en el mundo. Algunos piensan que lo mejor que pueden hacer para alcanzar la santidad es levantar paredes entre ellos y el resto del mundo. Sus vidas se caracterizan por una separación que es imposible de superar a menos que pienses y actúes exactamente como ellos. Para ellos, el pecado es algo de lo que pueden esconderse, porque existe fuera de sí mismos: existe en el mundo, en la cultura. Entonces, si no ven películas de Disney, se apartan de personas no creyentes, y evitan a toda costa la cultura del mundo, no serán tocados por el pecado. Por otro lado, hay cristianos que difícilmente podrías distinguirlos de personas no cristianas. Estos consumen la cultura sin restricciones. La lucha por la santidad realmente no existe porque la pregunta que se hacen no es “¿Cómo puedo glorificar a Dios?” sino, “¿Cuánto me es permitido?”. En otras palabras, se parecen más al mundo que a Cristo.
Ninguno de estos caminos es saludable para el crecimiento del cristiano. Ambos representan extremos en los cuales podemos caer fácilmente si no tenemos una visión arraigada en las Escrituras de la creación, el pecado, la salvación, y la santidad. Si queremos crecer en semejanza a Cristo, debemos saber cómo interactuar con la cultura que nos rodea de la manera en que fuimos creados para hacerlo. Porque la realidad es que si evitamos la cultura por completo (algo que es imposible lograr), o nos tiramos de cabeza en ella sin pensarlo, terminaremos aislándonos del mundo en el cual fuimos llamados a vivir o actuando como el mundo del cual fuimos llamados a ser diferentes. Ninguna de estas opciones nos hace más santos.
Pero este tema no se trata solo de santidad. La manera en que interactuamos con la cultura que nos rodea también afecta cómo pensamos sobre nuestro rol en este mundo y qué debemos hacer con el poco tiempo que Dios nos ha dado en él.