Sea en un canal de noticias o en una de las redes sociales, el internet nos bombardea todos los días con noticias y polémicas sobre el machismo, feminismo, derechos presuntuosos, racismo y muchas cosas más. No pasa una semana sin que veamos discusiones que no sirven para nada a la sociedad.
A principios del año 2017 cumpli una de mis resoluciones para el año nuevo de leer el libro del Manifiesto Comunista de Marx y Engels. Este libro es considerado por muchos como la biblia del comunismo y muestra claramente las normas y agendas de la [izquierda extrema] completamente contrarias a la palabra de Dios. Si usted también quisiera leer este libro, le recomiendo que lo haga con los lentes del cristianismo sin olvidar la visión cristiana, la cual profesamos.
En el Manifiesto, Marx y Engels declaran que todo se resume a la lucha de las clases. El esclavo contra el libre, el pobre contra el rico, etc. De esta forma comienzan el manifiesto diciendo que, “la historia de todas los sociedades que han existido hasta nuestros días han sido historias de lucha o el choque de las clases” (p. 7). De acuerdo con este punto de vista, una persona ya nace insertada en un grupo y por lo tanto naturalmente desde entonces el individuo ya está en guerra contra grupos de otras clases. Es asi, segun ellos, en realidad no importa los pensamientos o filosofías del individuo, si una persona es de piel negra, debe necesariamente luchar contra los de piel blanca, si el individuo es mujer, necesariamente debe de luchar contra el hombre, si se es pobre, se debe de pelear contra el rico.
Pero, ¿por qué es esta idea completamente opuesta a la Biblia? Simplemente por que disemina el odio sin sentido, algo que obviamente, no podemos aceptar como cristianos.
“Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.” Romanos 12:18
Las primeras páginas del manifiesto están llenas de argumentos inflamables de odio. Un discurso bastante grosero, Marx y Engels incitan a sus lectores a odiar a la clase burguesa citando expresiones como “liquidar la burguesía” al igual que “establecer la dominación por medio del derrocamiento violento de la burguesía” y así los autores descubren sus verdaderas intenciones.
Por lo tanto me propuse escribir un poco respecto al tema puesto que ni siquiera nosotros los cristianos hemos podido escapar de la idea de las luchas sociales.
Rico vs. Pobre
Como ya fue dicho previamente por el Dr. Alfredo de Souza en un post aquí en nuestro blog, “el evangelio no está restringido a una clase social”. Al contrario de lo que muchos piensan, en ningún momento la Biblia condena al rica y exalta el pobre. Ser rico o pobre no es lo que determina nuestra salvación. Ambos son pecadores que necesitan de la gracia y misericordia de Dios.
Lo que Jesús condena es aquella persona que ama las riquezas, sea rico o pobre. No todos los ricos son avaros o egoístas así como no todo pobre es humilde. Hay muchas personas adineradas que son altruistas y muchos necesitados que son envidiosos e individualistas.
La palabra de Dios nos dice que debemos trabajar. Si tu trabajo es digno y le suple riquezas ese trabajo es una bendición del Señor, y te fue dada para que también puedas ayudar al necesitado. (Efesios 4:28). Si pasas por algún tipo de dificultad económica también glorifica al Señor, él mismo nos dice que nada nos debe de importar más que nuestra vida.
En la Biblia, pobres y ricos moran juntos, nada los separa, y así será por toda la eternidad. En el cielo no habrá quienes sean más ricos o pobres todos adoraran a Dios en igualdad.
De esta manera se desmiente la idea de que el pobre debe de odiar al rico, solo por su riqueza. O que el rico desprecie al pobre solo por su pobreza. En Cristo somos un uno, nuestras posesiones no tienen ningún valor.
Blanco vs. Negro
Este asunto es tan simple y también tan delicado. Es simple por que es completamente antibíblico pensar haya alguna diferencia entre seres humanos hechos a la imagen de Dios sólo por causa del color de piel. Y es un tema delicado por que apesar de todo la gente sufre por la discriminación.
Somos [los Brasileños] uno de los pueblos más mezclados del mundo. En mi familia, por ejemplo, tengo parientes rubios, negros, morenos, de ojos verdes, blancos con cabello crespo, negros con ojos estirados, etc. Es prácticamente que un brasileiro no tenga algún tipo de mezcla, cosa que es linda y demuestra la complejidad y creatividad de la divina creación.
No dejo de impresionarme cuando pienso que tan solo a partir de 2 seres humanos surgió una gran diversidad de características físicas. Dentro de esta diversidad vemos pieles de varios tonos, pero no hay nada, absolutamente nada, que haga de que la piel de un ser humano lo haga mejor que a otro. Antes los ojos de Dios todos, sean negros, blancos, indios, todos sin excepción somos pecadores y necesitamos de la gracia y misericordia de Dios.
Debemos de tener cuidado de no caer en los engaños del marxismo para no acabar defendiendo esta ideología. Ni los blancos, ni los negros, ni nadie tiene más derechos que otros. Ahora, no estoy negando que muchas veces si hay discriminación puesto que somo pecadores en una sociedad invadida por el pecado; pero si usted es blanco, acuerdese que su color de piel no lo hace mejor así que no se enorgullezca. Si usted es negro, usted no es menos valioso que otras personas, por lo tanto, no tiene por que sentirse “empoderado”. Todos somos iguales delante de Dios, nuestro creador, quien escogió nuestro color de piel, cabello, ojos, etc.
Hombre vs. Mujer
Hemos hablado ya sobre el feminismo y el rol de la mujer aquí en nuestro blog y tenemos por objetivo que los jóvenes observen que este movimiento es extremadamente maléfico y no trae nada bueno ni a las mujeres ni a los hombres. Es solo una ilusión.
La Biblia no oprime en ningún momento a la mujer o dice que el hombre sea mejor. Si la mujer no tuviera un papel importante en la Biblia, Jesús, no se hubiera detenido a platicar con la mujer samaritana, no se le hubiera aparecido primeramente a María Magdalena después de resucitar. Por lo tanto vayamos olvidando ese mito de que en los tiempos bíblicos la mujer era oprimida.
Si en algún momento de la historia la mujer fue echada a un lado, eso no significa que ahora ella necesite sentirse empoderada y rencorosas para justificar su desdén por el hombre. No somos víctimas como el feminismo nos hace parecer. No somos mejores o más importantes que el hombre, pero tampoco podemos decir que no necesitamos de ellos. Dios nos creó como auxiliadoras. Necesitamos voltear hacia la palabra de Dios y observar qué es lo que dice acerca del papel de la mujer. Una no lee la biblia buscando justificar el feminismo. Al contrario nos inclinamos hacia la palabra humildemente para comprender las finalidades que Dios tiene para cada uno de nosotros. Por que es cierto que todos y todas somos diferentes y por lo tanto tenemos diferentes funciones y es así como Dios determinó las cosas.
Los hombres y las mujeres son igualmente valiosas para Dios, pero también tienen un propósito distinto. Usted está interesada en ser más valiosa para Dios o para los hombres? Acuérdate que para Dios eres tan valiosa que envió a su hijo para morir en tu lugar.
Tengamos cuidado con el discurso del feminismo que es en realidad el mismo discurso que el del marxismo. En realidad no busca el bien de las mujeres, ni tampoco la asociación con Cristo.
“No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús.” Galatas 3:28
Todas esas ideas marxistas le han dicho al mundo que tu eres muy importante, que mereces esto, y mereces aquello que no se te puede faltar al respeto. Que tu tienes que hacer tu propia voluntad independientemente de otros. Pero sabemos que estos puntos de vista son solamente mentiras. A parte de viles pecadores en realidad no somo nada, por nuestra propia voluntad no podemos ser ni alcanzar nada. Lo que merecíamos era el infierno independientemente de nuestra condición económica, características físicas y género. Si no estamos en el infierno es por que alguien que no tenia por que pagar el precio, lo pago todo por nosotros. Es el carácter de Cristo que debemos de tener, ya seas rico, pobre, negro, blanco, pobre, rico, hombre o mujer.
El propio Marx dice en su libro que el comunismo debe de romper con las ideas tradicionales. Ósea que esta ideología sólo busca destruir los ideales bíblicos de la familia, de la sociedad, el papel del hombre y de la mujer, etc. Este post, es tan solo una pequeña pincelada de lo que el Manifiesto Comunista describe. Si usted lo quiere leer, sea crítico en su lectura no se olvide de su fe ni tampoco la confunda, no vaya a ser que después de leer tal texto usted se pregunte si estas ideologías deberían ser adoptadas por los cristianos.
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Esta es la traducción de un artículo escrito por Késia Almeida originalmente publicado en el blog de Inconformados. Traducido y publicado con permiso del autor.
Encuentre el artículo original en Portugués aquí: O cristão e a luta de classes
***Traducido al Español por Ernesto Santiago