5. Hagan Un Día De Campo
Esta última idea puede parecer un poco fuera de lugar tomando en cuenta que estamos hablando de cómo enseñar gratitud a nuestros hijos, pero en verdad funciona. En una tienda de campaña (hasta en el jardín de su casa puede funcionar si sus hijos son pequeños) y dígale a sus hijos que van a pasar una noche como si fueran refugiados. Para realizar esto solo empaque o lleven con ustedes las cosas más esenciales y desde luego solo lo que puedan cargar en sus hombros. Si sus hijos son mayores y pueden resistir un ejercicio un poco más arduo dígales que solo pueden llevar tres cosas con ellos como muchos refugiados hacen. De igual manera pueden ser específicos con el tipo de escenario que están intentando recrear. Por ejemplo, dígale a su hija que usted tiene una pierna rota y por lo tanto solo puede caminar con la ayuda de alguien más. Dígale a su hijo que usted perdió el sentido del oido asi que solo se puede comunicar a través de señas. Esta experiencia puede que no se tan fácil pero es un ejercicio muy real para enseñar la dura realidad por la que muchas personas tienen que intentar sobrevivir día con día, lo que les enseñara a ser conscientes y estar agradecido por todo lo que tienen y asi lo recordaran por mucho tiempo.