Es muy fácil tomar por sentado las cosas que tenemos. Puede que ni siquiera pienses en lo bendecido que eres al tener comida en la lacena y calzado en tus pies. Hay que recordar que no todos pueden tener un cálido abrigo en los meses fríos de invierno y aun muchas personas más no cuentan con calefacción en sus hogares.
Naturalmente nuestros hijos también caen en este patrón de indiferencia, olvidando ser agradecidos por lo que tienen; probablemente ellos no se preocupen de donde vendrá su próxima comida o si podrán atender a la escuela el dia de mañana, pero para millones de niños por el mundo la realidad es muy distinta a la de nuestros hijos.
Enseñarle a sus hijos como ser agradecidos por las bendiciones de sus vidas es una muy importante lección sin importar su edad, lo mas seguro es que usted mismo necesite recordar de sus bendiciones diarias también! A continuación cinco maneras para incorporar lecciones de gratitud en nuestra familia.